Cuando analizas a tu competencia para planificar nuevos artículos, no tiene sentido copiarles la estructura de títulos al pie de la letra, pero tampoco es buena idea improvisar la tuya desde cero.
Como suele suceder la mayoría de las veces, lo que mejor funciona en SEO es optar por una solución intermedia.
¿Quieres saber cómo conseguirlo?
En este post veremos qué problemas tiene usar los mismos encabezados que tus competidores y por qué tampoco conviene desentenderse de ellos por completo.
Además, te mostraré qué estrategia suelo emplear para fijar las estructuras de mis propios contenidos gracias a DinoRANK de forma eficiente.
¿Te interesa este tema? Entonces sigue leyendo porque lo que viene a continuación te puede resultar muy útil.
Por qué no deberías clonar exactamente la estructura de un competidor
Porque, si haces exactamente lo mismo que el resto, ¿qué motivos tendría Google para sacar a uno de tus competidores del Top 10 y meterte a ti en su lugar?
Si te fijas, los H2/H3 del Top 10 te dan una pista sobre los contenidos que Google está premiando a la hora de responder a la intención de búsqueda.
No es casualidad que haya títulos que se repiten de unas páginas a otras.
Eso es señal de que esos apartados responden a dudas importantes del usuario y son relevantes dentro de la temática, por eso no conviene ignorarlos.
Ahora bien, si copias literalmente la estructura de uno de tus competidores, ocurre lo siguiente:
- Acabas creando más de lo mismo.
- Pierdes cualquier opción de diferenciarte.
- Te arriesgas a que Google vea tu contenido como uno más del montón y no le dé ninguna relevancia.
Por eso, quédate con esta idea:
Inspírate siempre que puedas en tus competidores, pero no los copies al 100 %.
Es decir, usa la estructura de tus competidores como un esqueleto base y luego adáptala a tu propia estrategia, al perfil de tus usuarios y a las particularidades de tu proyecto.
¿Qué pasa si mezclo estructuras de varios competidores?
Mezclar estructuras de varios competidores puede ser una buena idea siempre que lo hagas con cabeza y no pierdas nunca de vista la intención de búsqueda que quieres responder.
Verás, cuando seleccionas los H2 de un competidor, los FAQs de otro, el paso a paso de un tercero y los ejemplos de un cuarto, lo que estás haciendo en el fondo es intentar concentrar lo mejor de cada uno en un solo contenido.
Sin embargo, si no tienes cuidado, puedes crear un revuelto difícil de digerir.
- Contenido redundante que no aporta nada nuevo.
- Estructura final desordenada, sin un hilo conductor coherente.
- Desenfoque total de la intención de búsqueda.
Por eso, para hacerlo bien no debes ponerte a copiar bloques sueltos sin más, sino que primero es conveniente que te hagas algunas preguntas como:
- ¿Qué temas son obligatorios porque salen en casi todos los artículos?
- ¿Qué temas son opcionales pero interesantes?
- ¿Qué temas no tienen sentido dentro de la intención de búsqueda que quieres atacar?
Una vez hecha esta reflexión, ya puedes diseñar tu propia estructura, cogiendo las partes más relevantes de cada URL, analizando los diferentes enfoques con los que tus competidores tratan el tema y seleccionando aquellos que más te interesen, pensando qué otras secciones puedes añadir tú que aporten algo que nadie más esté contando y, en definitiva, decidiendo cómo encaja todo dentro de la estrategia global de tu proyecto.
¿Puedo usar un esquema distinto sin perder relevancia semántica?
Sí, puedes usar un esquema distinto sin perder relevancia semántica, siempre que mantengas una estructura lógica y clara conforme al tema que estés tratando.
Google no necesita que repitas los mismos H2 y H3 que usan tus competidores para entender de qué va tu contenido.
Lo que importa es qué temas tratas, cómo los relacionas entre sí y qué entidades, términos o matices semánticos aparecen en tu texto.
Tú puedes contar las cosas en un orden distinto, agrupar secciones, añadir apartados nuevos más acordes a tu proyecto o experiencia, ejemplos o casos prácticos que no mencione tu competencia, etc.
En definitiva, puedes hacer tuyo el contenido para diferenciarte de la masa y conseguir así llamar la atención de Google y de los usuarios.
El problema viene cuando te dejas fuera aspectos importantes que el usuario espera encontrar:
- Cuando tu esquema diferente hace que no respondas bien a la intención de búsqueda.
- Cuando, por querer ser original, te saltas conceptos básicos que todo el Top 10 está cubriendo.
- Cuando organizas la información de forma tan rara que Google no entiende bien cuál es el concepto principal y cuáles los secundarios.
Por eso, aunque está muy bien ponerse creativo, siempre es conveniente echar un ojo a lo que ya está funcionando en las SERPs. No para imitarlo, pero sí para conocer los aspectos clave que sí o sí vas a tener que contemplar si quieres cubrir un tema con profundidad y sin perder contexto semántico.
¿Qué herramienta me ayuda a extraer automáticamente los H2/H3 de mi competencia?
El módulo de TF*IDF y prominencia semántica de DinoRANK te permite precisamente eso: extraer automáticamente los H2/H3 de tus competidores que se encuentran en el Top 10 de Google.

De esta manera con un par de clics ya tienes una lista de encabezados útiles que puedes analizar para definir tu propia estructura.
Y para que entiendas mejor cómo funciona, te voy a contar paso a paso cómo hago yo este proceso.
En primer lugar, introduzco la palabra clave principal que quiero atacar en el módulo de TF*IDF. Por ejemplo, “seo para chatgpt”.

DinoRANK analiza el Top 10 de Google para esa búsqueda y me dice:
- El listado de términos relevantes.
- La frecuencia recomendada de uso de cada concepto.
- La extensión media y máxima de los contenidos del Top 10.
- Y, lo que nos interesa en este punto, los encabezados de las páginas mejor posicionadas.

Con esta información, reviso los encabezados del Top 10 e intento detectar patrones. Por ejemplo:
- Qué H2 se repiten en casi todas las páginas.
- Qué tipo de secciones se usan mucho (definición, pasos, errores, ejemplos, FAQs, herramientas, etc).
- Qué enfoques solo trabaja uno o dos competidores y podrían ser una oportunidad.
Así voy diseñando mi propia estructura SEO, manteniendo los bloques que son claramente básicos para la intención de búsqueda, reordenando el contenido para ajustarlo a mi estilo, añadiendo otras secciones propias con ejemplos, casos reales o matices que la competencia no trate.
Es decir, uso los H2/H3 de los demás como mapa, pero los adapto y ajusto a mi manera.
Recuerda que no se trata de copiar el índice del mejor posicionado, sino de hacer algo mejor apoyándote en la información de la que dispones.
Por último, escribo el borrador y vuelvo a pasarlo por el TF*IDF para afinar la relevancia semántica. De esta manera compruebo qué términos relacionados estoy usando y cuáles me he dejado fuera. Si falta algo importante, lo añado sin necesidad de tocar la estructura.

De este modo, consigo crear contenidos con una estructura trabajada, que se diferencian de la competencia, responden mejor al usuario y tienen muchas más papeletas de posicionar en Google.


