El mundo del emprendimiento no es para todos los estómagos.
Si quieres estabilidad y una vida sin sobresaltos, mejor ve pensando en otra opción…
He conocido a muchos emprendedores durante estos últimos años y algo que suele ocurrir muy a menudo es que llega un punto en que sus proyectos o negocios parecen no dar más de sí.
Comienzan con mucho ímpetu pero, a medida que el tiempo avanza, se encuentran atrapados en un ciclo de estancamiento difícil de romper.
¿Cómo levantar mi negocio? Es una pregunta que recibo en multitud de ocasiones.
Por eso, si te encuentras en esta situación déjame echarte una mano a través de este post. Veremos qué puedes hacer para remontar tu negocio cuando sientes que se ha estancado y darle esa chispa que le falta para seguir creciendo.
¿Cuáles son las principales causas de que un negocio se estanque?
Las razones por las que un negocio puede ralentizarse y empezar a dar signos de agotamiento pueden ser de lo más variadas.
No obstante, hay una serie de causas comunes a la mayoría de los sectores, que voy a intentar resumir a continuación:
Como te he dicho, los aspectos anteriores son los que más habitualmente conducen al estancamiento de un negocio. Pero no son los únicos.
Por eso es fundamental entender muy bien cuál es tu situación particular antes de tomar las medidas correctivas oportunas para reactivar el crecimiento de tu negocio.
Cómo remontar un negocio: 7 pasos para levantar un negocio que ha caído en ventas
En este apartado quiero compartir contigo una serie de medidas cuya eficacia he podido comprobar personalmente a la hora de reanimar un negocio que se había estancado.
Se trata de un plan de acción en 7 pasos que, si asimilas y aplicas con criterio, estoy seguro de que te ayudará a relanzar tu negocio y reactivar tus ventas.
1. Analiza la situación real de tu negocio
Si no conoces cuál es tu punto de partida es imposible tomar ninguna medida para encauzar la situación.
Por eso, antes de hacer nada, debes pararte a reflexionar y analizar todos los aspectos que influyen en el desarrollo de tu negocio de una manera u otra.
- ¿Cuáles son los objetivos que quieres conseguir con tu proyecto empresarial? ¿En qué grado se están cumpliendo? ¿Han cambiado con respecto a cuando empezaste?
- ¿Cómo ha evolucionado el mercado en este tiempo? ¿Y tus competidores?
- ¿Cuál es la situación financiera? ¿Han disminuido las ventas? ¿Los gastos han aumentado?
- ¿Qué tal funcionan los procesos internos de tu negocio? ¿Se cumplen los plazos?
- ¿Cómo es la calidad de tu producto o servicio? ¿En qué se podría mejorar?
- ¿Qué valoración dan tus clientes a tu negocio? ¿Cómo es la atención que reciben?
- ¿Qué tal funciona tu estrategia de marketing? ¿Qué otros segmentos de mercado querrías alcanzar?
Éstas son algunas de las preguntas más importantes que deberías responder.
Tómate tu tiempo, recopila toda la información de la que dispongas y saca tus conclusiones.
Pero no lo hagas solo. Involucra a todo tu equipo de trabajo, desde el departamento contable al de marketing, pasando incluso por tus proveedores de mayor confianza. De este modo contarás con una visión mucho más amplia que te ayudará a comprender mejor el estado real de tu empresa.
2. Mantén los gastos bajo control
Es el momento de analizar las cuentas de tu negocio para ver si se están haciendo las cosas bien.
Supongo que estarás utilizando alguna aplicación informática para controlar las finanzas de tu proyecto empresarial. Si no es así, ya estás tardando en hacerlo.
Un simple libro de Excel podría ser suficiente. No obstante, si quieres llevar un control más profesional de tus cuentas, te recomiendo optar por soluciones de software especializadas, como Holded, Alegra o Wave.
Una herramienta de contabilidad te facilitará mucho llevar el día a día de tu negocio desde el punto de vista financiero y conocer a dónde va a parar tu dinero..
Con toda la información que tienes a tu disposición, realiza una auditoría económica para identificar cómo puedes reducir gastos.
Ten en cuenta que no se trata de eliminar costes indiscriminadamente, sino de identificar aquellas áreas del negocio donde la inversión no genera un retorno significativo.
Analiza la situación para detectar estas ineficiencias y prescindir de aquello que no sea necesario, sin que eso afecte a la calidad del producto o del servicio que ofreces.
3. Conoce a tu cliente actual
E insisto en lo de actual.
Estoy seguro de que cuando empezaste a montar tu proyecto realizaste un plan de negocio donde estudiaste a tu cliente ideal (o buyer persona).
Pues bien, ahora es el momento de volver a hacerlo. Pero con una ventaja: a diferencia de entonces, ahora sí dispones de datos reales sobre tus verdaderos clientes.
Recopila toda la información que tienes sobre quién está realmente interesado en tu negocio, revisa sus interacciones, analiza su comportamiento de compra y, siempre que puedas, recoge su feedback.
No tengas miedo a preguntar a tus clientes por su opinión. Envíales una encuesta y, si es preciso, ofréceles algo a cambio de completarla. Te sorprenderá lo enormemente útiles que pueden ser sus respuestas y sugerencias a la hora de reenfocar la estrategia de tu negocio.
4. Redefine tu producto o servicio para aportar valor
Que un producto o servicio tenga éxito hoy no quiere decir que lo vaya a tener siempre.
Que se lo digan a Kodak, Nokia o Blockbuster…
Por eso, si has notado que tus productos se venden menos, o que tus servicios han dejado de ser demandados, quizá haya llegado el momento de darles una vuelta.
Realiza estudios de mercado para analizar las tendencias más actuales y descubrir cuáles son las preocupaciones o las preferencias de la gente en la actualidad.
En este sentido, las encuestas a tus clientes que comentamos antes son una fuente de lo más valiosa para descubrir las carencias de aquello que estás ofreciendo y poder mejorarlo para que tenga un mayor atractivo.
También puedes ampliar tu oferta de productos o servicios. De este modo puedes llegar a un mayor público.
Pero no olvides lo fundamental: todo lo que ofrezcas debe satisfacer una necesidad. Y además, debes hacerlo mejor que tu competencia.
Por lo tanto, céntrate en reforzar aquello que más valoren tus clientes sobre tus productos o servicios y conviértelo en tu ventaja competitiva para resaltar entre los demás.
5. Diseña una estrategia de marketing efectiva
La promoción y el marketing han jugado siempre un papel esencial en el crecimiento de cualquier negocio.
Hoy en día donde todos estamos conectados continuamente a Internet, el marketing digital puede marcar la diferencia entre que tu proyecto empresarial sea conocido o pase totalmente desapercibido.
Haz un análisis crítico sobre la estrategia que estás llevando a cabo para ganar popularidad.
¿Estás utilizando los canales correctos?
Todos sabemos del poder de las redes sociales en la actualidad. Pero cada red tiene su público y sus particularidades. Si no estás empleando mensajes apropiados para la red social donde te promocionas o si el perfil de sus usuarios no se ajusta al de tu cliente habitual, seguramente estés perdiendo tu tiempo y tu dinero.
Por otro lado, no te olvides del SEO.
¿Renunciarías a tener una valla publicitaria en el centro de tu ciudad por un módico precio? Si no haces SEO para posicionar tu sitio web en los principales buscadores estás rechazando la oportunidad de aparecer en uno de los lugares más visitados de Internet.
Finalmente, no te olvides de medir y analizar el impacto de cualquier campaña de marketing que lances. Sólo así sabrás cuál ha sido su éxito real y podrás tomar decisiones para las siguientes.
6. Cuida el servicio al cliente
Nuestra relación con el cliente no finaliza cuando hacemos el cargo en su tarjeta.
Todo lo contrario. Ese momento es tan solo el inicio de un vínculo que podría durar bastantes años y que debes cuidar en todo momento.
Un cliente satisfecho es uno de tus mejores activos. No sólo puede volver a comprarte, ya que confía en ti, sino que además es un canal de marketing muy efectivo que recomendará tus productos o servicios a sus familiares y amigos.
En cambio, si tus clientes están descontentos pueden ser un auténtico problema y un desprestigio para tu negocio, que podría acabar con él.
Por eso, debes esforzarte siempre en ofrecer un servicio de atención al cliente memorable, que resuelva los problemas y que haga sentir a tus clientes que son valorados y escuchados.
Y una vez más, la mejor manera de conocer lo que necesita tu cliente es preguntarle directamente. Realiza encuestas de satisfacción para identificar áreas de mejora y hacer ver a tus clientes que tienes un compromiso permanente con agradarles.
7. Colabora con otros negocios
Hacer networking con otros empresarios es una de las mejores opciones para salir del estancamiento.
Cuando participas en comunidades locales, en grupos de emprendimiento o en eventos empresariales fomentas el intercambio de experiencias. Es posible que otra persona ya se haya enfrentado a desafíos similares a los tuyos y su caso podría ser una fuente de inspiración para la recuperación de tu empresa.
Otra opción es aliarte con otros negocios para mejorar tu promoción o para crear paquetes de productos y servicios que podáis comercializar conjuntamente. Se trata de un win-win que puede suponer un fuerte impulso para las ventas de ambos.
Reflexiones finales
Levantar un negocio que se encuentra estancado es una tarea ardua que necesita buenas dosis de análisis y adoptar una mentalidad flexible, abierta a poner en marcha nuevas ideas.
En este sentido, revisa tu propuesta de valor y no tengas miedo a experimentar. De los errores siempre se aprende.
Por eso, implementa pequeños cambios y mide sus resultados. De este modo entenderás qué funciona y qué no.
Y recuerda: nunca pierdas de vista lo que quiere tu cliente. Escuchar su feedback directo y ofrecerle una experiencia inolvidable te ayudará a revertir esa etapa estancada hacia un camino lleno de oportunidades.