La extensión ideal de un artículo para que sea apreciado por Google no puede fijarse mediante un número mágico. Dependerá de cuál sea la intención de búsqueda del usuario, del tipo de contenido y de la calidad o la profundidad con la que lo trabajes.
Pero lo que sí puedes hacer es mirar cuántas palabras tienen los contenidos que ya están mejor posicionados y usar ese rango como referencia para crear un texto que combine longitud, estructura apropiada y naturalidad.
Y en este post te voy a enseñar cómo conseguirlo con la ayuda de DinoRANK.
¡Vamos allá!
¿Influye más la longitud o la estructura?
En SEO hay pocas cosas que podemos afirmar a ciencia cierta. Ahora bien, si tuviera que elegir, te diría que la estructura de un contenido suele ser más importante que su extensión.
Así, cuando Google se enfrenta a tu artículo no repara de primeras en las 2.300 palabras que has escrito, sino que revisa otros aspectos como:
- De qué va el contenido.
- Cómo está ordenada la información.
- Qué partes responden mejor a la intención de búsqueda.
- Cómo se relacionan entre sí unas secciones con otras.
Es decir, analiza la estructura y la intención que hay detrás de cada contenido.
Por eso, muchas veces acabas redactando un tocho de 3.000 palabras y, sin embargo, ves como otros contenidos con la mitad de términos están posicionando mucho mejor que tú.
El motivo suele ser que tienen una estructura clara, con secciones bien planteadas y, sobre todo, que responden de forma directa y precisa a lo que el usuario necesita.
¿Entonces la extensión es importante o no vale de nada?
La extensión de un artículo importa. Claro que importa.
Aunque la estructura suele ser más determinante, en muchas búsquedas hay una especie de mínimo de palabras sin el cual es difícil cubrir bien el tema. No es lo mismo, por ejemplo, responder a “qué es una palabra clave” que a “cómo hacer SEO On Page paso a paso”.
El segundo caso no vas a poder resolverlo satisfactoriamente en 400 palabras, por mucha capacidad de síntesis que tengas.
Por eso, la estrategia más efectiva a la hora de planificar la longitud de un artículo es mirar al Top 10 actual y analizar cuál es el número de términos que utilizan las páginas que mejor están satisfaciendo esa intención de búsqueda.
Así, ese rango se convierte en una referencia bastante útil para ti que te permitirá definir mejor el alcance y estructura de tu nuevo contenido.
¿Cómo analizo la media de palabras del Top 10?
La manera más rápida y sencilla que conozco es hacerlo con DinoRANK.
Si abres su módulo de TF*IDF e introduces la keyword que quieres posicionar con tu contenido, además de los términos semánticamente relacionados y los encabezados del Top 10, puedes conocer también la extensión máxima y la media de los contenidos de ese Top 10.

Así, con un rápido vistazo ya sabes cuál es el techo que no convendría sobrepasar con tu nuevo artículo y en qué franja se está moviendo la mayoría de tus competidores.
A partir de ahí, yo suelo hacer lo siguiente:
- Si la media está, por ejemplo, en 1.800 palabras, me marco como referencia un rango similar. Entre 1.800 y 2.200 palabras podría ser una cifra bastante acertada.
- Miro si hay mucha diferencia entre el valor medio y el máximo. Si la hay es posible que la media esté distorsionada. En ese caso, profundizo un poco más en los contenidos para ver si debo modificar mi referencia al alza o a la baja.
- Por último, ajusto siempre mi objetivo pensando en la intención de búsqueda. Por ejemplo, si es una guía completa, me voy a la parte alta del rango pero, si es algo mucho más concreto, me suelo quedar más cerca de la media.
Al final, la media de palabras del Top 10 no es algo que debas tomar a rajatabla. Utilízala para sacar un rango de referencia y usarlo como guía, sin olvidar nunca que la estructura y la semántica de tus contenidos es lo que realmente acabará marcando la diferencia y no tanto el número de palabras que tenga.
¿Cuándo un artículo se considera sobreoptimizado?
Un artículo se considera sobreoptimizado cuando estás forzando tanto la keyword y las señales SEO que el contenido deja de ser natural.
O dicho de otra manera:
Cuando escribes pensando más en el algoritmo de Google que en la persona que está delante.
Y eso hace que Google detecte esta sobreoptimización y, en lugar de ayudarte, empiece a penalizarte.
Lo bueno es que gracias a DinoRANK, evitar este problema es bastante sencillo. El módulo de TF*IDF y prominencia de DinoRANK está precisamente para eso: encontrar el punto medio entre quedarse corto o pasarse de frenada.
De forma resumida, el TF*IDF analiza los resultados del Top 10 para tu keyword principal y mira qué términos se repiten con cierta frecuencia en esos contenidos. De esta forma, tú puedes saber fácilmente qué palabras usar en tus textos y en qué proporción.

Ahora bien, todo esto debes usarlo con cabeza y nunca meter los términos sugeridos con calzador.
Lo que yo te recomiendo es lo siguiente:
- Escribe tu contenido pensando en el usuario, no en Google. Primero defines una buena estructura, respondes bien a la intención de búsqueda y escribes como una persona normal, sin mirar todavía el TF*IDF.
- Introduce la URL y la palabra clave en el módulo de TF*IDF de DinoRANK. DinoRANK analizará tu contenido junto con los del Top 10 y extraerá los términos recomendados con su indicación de “aumentar”, “reducir” o “mantener”.
- Detecta dónde podrías estar sobreoptimizando. Si ves términos muy por encima de lo que usan tus competidores, eso es una pista de que igual has repetido demasiado ciertas palabras. Intenta sustituirlas por sinónimos o expresiones similares para dar más naturalidad.
- Revisa también los términos que te faltan. Si DinoRANK te muestra términos importantes en los que estás muy por debajo del Top 10, quizá te falte desarrollar mejor ciertos conceptos o partes del tema.
Si sigues estas pautas, el TF*IDF de DinoRANK te ayudará a mejorar lo que ya has escrito y a ajustarlo a lo que funciona en tu sector, sin que el texto pierda ritmo ni personalidad.

¿Qué hago si los competidores tienen artículos más cortos pero más autoridad?
Si los competidores tienen artículos más cortos pero son más fuertes que tú, tu mejor opción es ganarles por calidad, profundidad y estructura de la web. Aquí te dejo algunas estrategias que me han dado muy buenos resultados:
- Crear un contenido más completo. Completo no significa mucho más largo, sino mejor. Es decir, intenta cubrir esas dudas que ellos no tratan, añadir ejemplos, casos prácticos, experiencias y opiniones personales, capturas, comparativas, etc. En definitiva, todo aquello que aporte un valor extra al usuario.
- Resolver mejor la intención de búsqueda. Muchos sitios con autoridad rankean casi por inercia, con contenidos bastante genéricos y pobres. Tú puedes hacer justo lo contrario y ser más específico para responder mejor a las preguntas reales del usuario y que éste quiera volver a tu web cuando tenga problemas similares.
- Utilizar palabras clave long tail. Cuando compites con sitios de mucha autoridad es mejor no obsesionarte con la keyword más potente y empezar a trabajar diferentes variaciones long tail de la misma. Así podrás ir cogiendo tráfico por estas palabras clave de menor volumen de búsqueda, construyendo autoridad temática en ese nicho concreto y, con el tiempo, acabar posicionando también por la keyword principal.
- Optimizar el enlazado interno. Con el módulo de PageRank de DinoRANK puedes localizar las páginas de tu web que tienen más fuerza interna. Si creas enlaces internos estratégicos desde esas URLs potentes hacia tu nuevo artículo, éstos reforzarán esa URL concreta y tendrá más posibilidades de posicionar en las SERPs.
Como ves, la longitud de un artículo no lo es todo a la hora de posicionar en Google.
Muchas veces, incluso es el factor menos importante de todos.
Mira lo que está funcionando, entiende la intención de búsqueda y procura hacerlo mejor que tus competidores.
Pero no lo hagas pensando en Google. Piensa primero en tus usuarios.
Y si resuelves su problema mejor que nadie, Google lo sabrá y te acabará poniendo en el lugar que te mereces.


