Quizá te preguntes que, si es un proceso tan peligroso, ¿por qué arriesgarse a realizar una migración web?
En realidad son varios los motivos que puedes tener para ello. Aquí te enumero los más habituales:
Cualquiera de estas operaciones hay que realizarlas con cautela, pero hay algunas que son más críticas que otras en lo que a SEO se refiere.
En concreto, deberás prestar especial atención a aquellas que impliquen un cambio en las URLs, como las migraciones de dominios o de la estructura web. Deberás asegurarte de que Google trata adecuadamente estas nuevas URLs y les transfiere toda la autoridad que ya tenían las antiguas.
Es el momento de ponernos manos a la obra y ver cómo llevar a cabo una migración SEO.
Pero antes, déjame aclararte algo.
Una migración SEO no es un proceso complejo, pero sí muy detallista.
Cada tarea debe ser ejecutada con total atención, ya que un pequeño descuido puede tener implicaciones importantes en el posicionamiento web final.
Por eso verás que haremos varias revisiones a lo largo del proceso que nos aseguren que todo funciona correctamente.
También tengo que decirte que en esta lista me voy a centrar exclusivamente en los aspectos relacionados con el SEO.
Para la parte técnica de la migración web (mover la web de servidor, cambiar el dominio, modificar el CMS, etc) deberás consultar otras guías específicas o contar con la ayuda de un profesional que la lleve a cabo.
Dicho esto, ahora sí, vamos con el listado de tareas que no debes pasar por alto a la hora de hacer una migración SEO.
En una migración web no hay lugar para la improvisación. Debemos planificarla con antelación y asegurarnos de que contamos con todos los elementos necesarios para realizarla convenientemente.
A continuación te explico todo lo que debes verificar antes de que llegue el momento de la migración.
Aunque pueda parecer obvio, el primer paso para preparar tu migración web es elegir un día para realizarla.
Pero esta fecha no debe escogerse alegremente, sino que hay que procurar que impacte lo menos posible en los resultados.
Ten en cuenta la estacionalidad de tu sitio web y escoge un momento en el que sepas con certeza que tu tráfico no va a ser elevado.
Si tienes dudas, los informes de Google Analytics, Google Search Console e incluso Google Trends te pueden ayudar a identificar esos períodos en los que tu sitio web tiene menor demanda.

También es importante la hora. Tu web puede tener picos de visitas según la franja horaria, por lo que procura adaptarte a las costumbres de tus usuarios.
Y no olvides que las cosas no tienen por qué salir bien a la primera.
Ten presente que el proceso puede dilatarse por varias horas y reserva un tiempo prudencial con antelación.
Si la migración es a un nuevo dominio, haz una revisión de éste para comprobar que no está penalizado.
Seguramente es algo que ya habrás hecho antes de decidirte a comprarlo, pero no está de más hacer alguna comprobación extra.
En la página Wayback Machine puedes ver si el dominio ya ha tenido algún contenido anteriormente o si es completamente nuevo.

Si ves páginas de temática dudosa, mejor no utilices ese dominio para tu proyecto.
Por otro lado, si has comprado el dominio porque estaba expirado y querías aprovechar su autoridad, es necesario que conozcas dos cosas:
Por un lado, qué páginas continúan indexadas. Puedes averiguarlo tecleando el comando “site:”, seguido del nombre del dominio en Google.
Por otro, los backlinks de calidad que pudiera tener. Puedes consultarlo a través de herramientas como Ahrefs, Semrush o el propio DinoRANK.
Apúntate toda esta información porque luego la vas a necesitar.
Si te has preocupado por el SEO de tu web, probablemente las auditorías sean una tarea que realices con frecuencia.
Pues bien, cuando estás planificando una migración web, es imprescindible hacer una auditoría SEO del sitio para comprobar que todo está en orden.
De este modo, realizarás un rastreo de todas las URLs de tu web para verificar que todas ellas responden correctamente, que las redirecciones funcionan o que todo lo que debe ser indexado está marcado como tal.
Si ves algún error, es el momento de arreglarlo.
Para hacer una auditoría SEO puedes utilizar muchas herramientas. Yo suelo utilizar Screaming Frog, ya que la manera en la que muestra y exporta la información me resulta muy práctica para las tareas que van a venir a continuación.

Una parte muy importante de la auditoría SEO anterior consiste en comprobar que no tienes enlaces rotos. El enlazado interno es fundamental para guiar a los robots de los buscadores y no podemos permitirnos errores 404 que entorpezcan su labor.
Como puedes ver en la captura anterior de Screaming Frog, con esta herramienta puedes analizar fácilmente los enlaces internos de cualquier URL y puedes filtrarlos en función de su situación en la página (si están en el menú, en el cuerpo del texto, etc).
Además, tienes la posibilidad de exportar todos los enlaces internos de una web.

Aprovecha esta exportación masiva para guardarlos en un fichero Excel y utilizarlo para hacer comprobaciones más adelante.
Cuando estés planificando una migración de tu sitio web, tener una copia de tus datos es vital para volver atrás si algo falla.
Para hacer esta copia de respaldo de tu web puedes utilizar diferentes utilidades dependiendo de la tecnología con la que esté construido tu sitio.
En concreto, si usas WordPress, un plugin que suele funcionar muy bien es “All-in-One WP Migration”.

También puedes hacer manualmente tu backup copiando todos los ficheros del servidor y exportando las bases de datos.
Es más, la mayoría de servicios de hosting hacen copias de seguridad diarias que te pueden salvar de una catástrofe.
En definitiva, utiliza el método que te resulte más cómodo pero ten una copia de seguridad a mano por lo que pueda pasar.
El mapa de redirecciones 301 es una de las herramientas más importantes de una migración SEO. Nos va a asegurar que todas nuestras URLs siguen siendo accesibles y no vamos a perder su posicionamiento.
Esta tarea es imprescindible cuando hacemos modificaciones en nuestras URLs, bien por una migración debida a un cambio de dominio o de estructura del sitio web.
Para crearlo simplemente exportamos la lista de URLs que extraemos con herramientas como Screaming Frog y las copiamos a una columna de un fichero Excel. En la otra columna escribimos la URL destino a la que queremos redirigir cada una de ellas.

¿Recuerdas que antes hablamos sobre las páginas indexadas o que reciben enlaces en los dominios expirados?
Es el momento de incluirlas también en esta tabla y decidir si queremos que las visitas se redirijan a otra URL de nuestra web para conservar su autoridad.
No podemos olvidarnos de los backlinks o enlaces externos que recibimos de otros sitios web.
DinoRANK, por ejemplo, incluye un módulo de link building que nos permite conocer todos los enlaces que apuntan hacia nuestra web.

Las páginas de destino de estos backlinks tienen una importancia especial para la autoridad de nuestro sitio. Si cambiamos su URL, el enlace externo podría terminar en un error 404 y dejar de hacer su función.
Por eso, a la hora de planificar una migración, comprueba que todas las URLs destino de un enlace externo estén contempladas en el mapa de redirecciones. De esta manera te asegurarás de mantener para tu dominio un enlace completamente funcional, que transmite autoridad y aporta tráfico a la URL correcta.
Aunque tratemos de evitarlos, siempre hay errores 404 que se nos pueden escapar.
En este punto tienes que tener un plan definido para sortearlos.
Una estrategia puede consistir en redirigir todos los errores hacia una página concreta de nuestra web, por ejemplo la home. Así siempre habrá una respuesta para que Google y el usuario puedan seguir navegando.
Otra opción sería crear una página 404 personalizada.

En esta página, además de advertir del problema, podemos colocar enlaces a sitios estratégicos de nuestra web para redirigir a los visitantes hacia las URLs que más nos interesen.
Nunca hagas modificaciones importantes directamente sobre la versión pública del sitio web.
Antes de proceder a la migración, deberíais comprobar que todo funciona correctamente en un entorno controlado, creado específicamente para este fin.
Puedes montar un servidor de pre-producción en un dominio de pruebas o en un subdominio de tu web. El propósito es que no afecte a tu sitio principal.
Sólo se me ocurre una situación en la que podría tener sentido trabajar en el servidor definitivo: cuando haces un cambio de dominio.
En ese caso, puedes montar la nueva web en el servicio de alojamiento final y no hacerla pública hasta que esté completamente lista.
En relación con el punto anterior, cuando estás desarrollando una nueva web debes indicar a Google y al resto de buscadores que no deben rastrearla ni indexarla.
De lo contrario, en cualquier momento podrían entrar en tus páginas y clasificarlas incorrectamente por no estar todavía terminadas.
Si usas WordPress, puedes activar la etiqueta No Index en todas las páginas del sitio web.
También puedes configurarlo fácilmente en el fichero robots.txt con la directriz que se ve en la imagen:

Así te asegurarás de que tu web sólo será tenida en cuenta cuando esté preparada para ello.
Ha llegado el día.
Nos hemos organizado convenientemente y es el momento de hacer la migración de nuestra web.
Para que todo llegue a buen puerto, aquí tienes el listado de tareas que convendría completar.
Según el tipo de migración que vayas a realizar deberás configurar los DNS para que el dominio apunte al servidor apropiado.
Por ejemplo, si estás haciendo un cambio de hosting, este paso es imprescindible.
En cambio, si estás trabajando en un dominio nuevo, seguramente esta operación ya la hayas realizado al dar de alta dicho dominio y trabajar tu nueva web sobre él.
En cualquier caso, debes saber que la propagación de los cambios en los registros DNS puede tardar desde unos segundos a varias horas en finalizar. Tenlo en cuenta cuando planifiques la fecha de tu migración SEO.
Es hora de implementar los redireccionamientos 301 de nuestro mapa de redirecciones SEO.
Esta tarea, que parece complicada, en realidad no lo es tanto, ya que existen muchas herramientas que te facilitan el trabajo.
Para WordPress tienes varios plugins que puedes utilizar. Uno de ellos es “Redirection”, que te permite importar un conjunto de redirecciones en bloque.

De este modo, puedes exportar tu fichero Excel de redirecciones a CSV e importarlo directamente a tu WordPress con un par de clics.
Pero todavía queda algo por hacer.
Ahora toca comprobar que todas las redirecciones funcionan y no se producen errores 404. Eso lo veremos en la siguiente tarea.
Hicimos una auditoría de la web antes de la migración y vamos a hacer otra auditoría ahora para ver que todo sigue según el plan.
Con Screaming Frog revisaremos que las URLs son correctas, redirigen a los lugares indicados y no devuelven códigos de error.

También observaremos que las páginas que nos interesa posicionar están marcadas como indexables.
Además, verificaremos los enlaces internos. Para ello, partiremos de la exportación que obtuvimos durante la fase previa y veremos que no hemos perdido enlaces durante la migración.
Conviene que los enlaces internos no tengan una redirección ya que eso puede afectar a la velocidad del sitio web. Por eso, siempre que podamos cambiaremos nuestros enlaces internos por su URL final en todas las páginas donde aparezcan.
Finalmente, comprobaremos las páginas de destino de los backlinks que recibimos, al menos de los más destacados, para asegurarnos de mantener nuestra autoridad.
Como parte de la auditoría SEO anterior, debemos prestar especial atención a las etiquetas canonicals.
Si no sabes muy bien qué son estas etiquetas, te recomiendo echar un ojo a este post sobre canonicals que seguro te saca de dudas.
En cualquier caso, una etiqueta canonical mal puesta puede ser un foco de problemas SEO.
Por eso, conviene que revises todas las etiquetas de este tipo que hay en tu web y comprobar si apuntan a las URLs correctas.
Con Screaming Frog puedes revisarlo con bastante facilidad.

Cuando ya hemos comprobado que todo está bien, es el momento de hacer pública nuestra nueva web y permitir el paso a los motores de búsqueda.
Para ello, elimina el atributo No Index de las páginas y actualiza el fichero Robots.txt con las directivas adecuadas para que Google distinga qué partes puede visitar y cuáles no.
Aquí te dejo una guía sobre el Robots.txt para que sepas cómo hacerlo.
Además, revisa el Mapa del Sitio (fichero sitemap.xml) y observa que contiene todo lo que quieres indexar.
Por último, sólo queda notificar a Google que has modificado tu sitio web. Aquí pueden darse varias situaciones:

De este modo, tras unos días, los cambios empezarán a ser visibles en Google.
¡Enhorabuena! Ya has hecho la migración de tu web y te has ocupado de gestionar los factores que afectan al SEO.
Pero el trabajo no termina aquí.
Ahora toca revisar que todo funciona correctamente y que continuar haciéndolo durante los días siguientes a la migración.
¿Adivinas qué toca ahora?
¡Exacto! Una nueva auditoría de la web.
Recuerda que las auditorías son procesos que deberías efectuar de forma periódica para asegurar el rendimiento de tu web desde el punto de vista SEO.
*Si quieres aprender más sobre los auditorías SEO, visita esta página.
En este caso, debería ser más exhaustiva que la que hiciste durante la migración y fijarte en detalles que quizá hubieras pasado antes por alto, por tener un impacto menor.

Además de verificar cualquier error en las URLs, sería conveniente echar un vistazo a elementos como las metaetiquetas, los datos estructurados o la velocidad de carga de la página.
Son factores que influyen en el posicionamiento y que debes cuidar si quieres que tu web no pierda relevancia en ningún momento.
Los días posteriores a una migración son críticos a la hora de valorar si ha tenido algún impacto, especialmente si afecta negativamente al sitio web.
Por eso, durante un tiempo deberás comprobar periódicamente el estado en el que se encuentra la indexación de tus páginas y el volumen de visitas recibidas.
Un vistazo diario a Google Search Console y Google Analytics, nada más empezar tu jornada, puede resultar crucial para detectar problemas y atajarlos antes de que tengan mayores consecuencias.

Buena parte de la visibilidad y del tráfico que recibe tu web procede de sus enlaces externos.
Si has cambiado tus URLs, debes asegurarte de que estos enlaces siguen funcionando.
Gracias a las redirecciones 301 que has implementado durante la migración, esto no debería ser ningún problema.
Sin embargo, siempre es mejor tener un enlace directo que una redirección.
Por eso, si tienes el control sobre el enlace te recomiendo actualizarlo para que apunte directamente a la URL correcta. Sería el caso, por ejemplo, de tus perfiles en redes sociales o de tu ficha de Google My Business.
Cuando ya ha pasado un tiempo prudencial y te has asegurado de que la migración SEO del sitio web ha sido un éxito, es el momento de decidir qué hacer con los recursos antiguos.
En concreto, si has migrado de hosting y el anterior ya no lo estás utilizando, puedes darlo de baja sin problemas. Así te ahorrarás un coste que ya no necesitas realizar.
Pero con los dominios no ocurre lo mismo. Si la migración ha supuesto un cambio de dominio, el anterior no debes darlo de baja.
Recuerda que muchos enlaces pueden apuntar todavía al dominio antiguo y que éste es el que te permitió obtener parte de la popularidad que tienes ahora mismo.
Por eso, mantén tu viejo dominio para asegurarte de que todos los enlaces redireccionan correctamente y conservar la autoridad que te ha transmitido hasta el día de hoy.
Si alguna vez has hecho una mudanza, estarás de acuerdo conmigo en que es una tarea que te puede dar más de un quebradero de cabeza.
Buscar un día para hacerla, preparar las cosas en cajas, asegurarte de que no se rompe nada en el transporte, volver a colocar todo de nuevo en el lugar que le corresponde,…
En el mundo digital, la migración de un sitio web es lo más parecido a una mudanza que puedes encontrar.
Tienes que organizarte bien si no quieres llevarte alguna sorpresa desagradable. Y una pérdida en el posicionamiento SEO puede ser uno de esos efectos indeseados que no vas a querer que se produzcan.
Para evitarlo, en este artículo te he mostrado los puntos más importantes que deberías revisar en toda migración SEO. Te recomiendo guardarlo entre tus favoritos y volver a leerlo cuando tengas que enfrentarte a un cambio importante en tu sitio web.
Estoy convencido de que, si aplicas lo que hemos visto en este artículo, serás capaz de hacer cualquier tipo de migración web con las máximas garantías de éxito.

Luis
De la gran explicación me ha quedado una pequeña duda.
Usted hace redirección 301 de cada una de las urls (sean la cantidad que sean) hacia el dominio nuevo.
He leído que otras personas hacen una única y global redirección 301 del dominio viejo al nuevo.
¿Cuál es su opinión?
Muchas gracias
Luis
Eduard Coromina
Hola Luis,
Entiendo que la pregunta me la estás haciendo por el punto 6.
Aquí lo primero que debes identificar es si hay URLs que han cambiado. Si las URLs no han cambiado y solo quieres redirigir todo el tráfico del dominio antiguo al nuevo, manteniendo la estructura de las URLs, puedes usar una regla genérica que redirija todo el dominio de forma automática.
Aunque normalmente cuando se cambia de dominio es porque hay un cambio de diseño, de estructura, de CMS, de branding… Y esto suele modificar URLs, por ello que muchas migraciones SEO terminan mal (perdiendo tráfico). Si la migración solamente cambia el nombre del dominio, del viejo al nuevo, este sería el código a usar en .htaccess (Apache):
RewriteEngine On
RewriteCond %{HTTP_HOST} ^www\.dominioviejo\.com$ [NC]
RewriteRule ^(.*)$ http://www.nuevodominio.com/$1 [L,R=301]
Espero que eso te sirva 🙂
JRcode
Me he dado cuenta que hacía migraciones muy locas y por eso solía petar algo siempre. La próxima seguiré la info de este pedazo de post :). Gracias
Jesus
En el caso de un cambio de dominio existe un tiempo en el que se pueda dar de baja el dominio antiguo?
Como actua google al encontrarse en nuevos crawl de la web con nuevas url con el mismo contenido de las antiguas?
Eduard Coromina
Un símil que me gusta usar es el de la mudanza. En una migración SEO desplazas los “muebles” de tu vivienda anterior a la nueva y es importante que no se pierda o rompa nada en el camino.
Respondiendo a tus preguntas, si haces un cambio de dominio del viejo al nuevo, la solución aquí es hacer una redirección permanente 301 y, aunque se realice bien, Google va a revaluar el contenido de tu sitio web, ahora en un nuevo dominio. Por lo que es habitual perder algo de tráfico en una migración que suele recuperarse con el tiempo y un buen trabajo. Las migraciones SEO, en especial por cambio de dominio que implican también un cambio de plataforma (CMS) o arquitectura web son extremadamente delicados en especial si ya tienen un buen posicionamiento.
Gracias.